Me gusta pensar la evolución de la práctica de gestión del cambio como mamushkas: cada muñeca contiene los aprendizajes de aquello que nos fue formando como profesionales y nos deja enseñanzas para la etapa siguiente.
Quiero compartir con Uds. lo que aprendí con mis muñecas:
Si de lo primero que nos acordamos es el modelo de Kurt Lewin y Edgar Schein, me quedo con el valor que sigue teniendo “definir un movimiento hacia donde debería ir la organización”. Esa definición tiene mucho que ver con la visión, la decisión de cambio, lo que muchas veces en la vorágine actual no está claro o se da por sentado.
Más adelante la “curva de cambio” para describir las etapas que las personas transitamos durante los procesos de cambio: una lección muy importante, la clave del cambio son las personas y cómo cada una de ellas transite y adopte el cambio. Vale lo mismo para organizaciones de 10, de 1000 o 20000 personas.
Otra muñeca trajo a los “early adopters” y a los bloqueadores en función a su predisposición al cambio. Mucho tiempo nos enfocamos en cómo “convertir” a los bloqueadores, pero la experiencia nos enseñó que trabajar con los más comprometidos como embajadores o agentes de cambio, es una estrategia muy efectiva para organizaciones grandes.
Luego, aparecen las metodologías orientadas a los cambios organizacionales, y junto con ellos herramientas base: identificación de stakeholders, medición de impactos, acciones de mitigación: planes de capacitación y comunicación.
Una de las últimas muñecas trajo el mundo VUCA y la metodología agile impulsó a la gestión del cambio a seguir creciendo. Sumamos Lean change management, con la necesidad de “cambiar más rápidamente” para ser más innovadores, más disruptivos. Adoptamos nuevas herramientas, nuevas prácticas, como los “canvas” y los “experimentos”. Probar y aprender de los “errores” para ajustar la estrategia de cambio.
Hoy el mundo ya dejó de ser VUCA para ser BANI: frágil (brittle), ansioso (anxious), no lineal (non-linear) e incomprensible (incomprehensible) , y el cambio se hace más complejo porque el management es más complejo.
Ya no es tan fácil identificar qué tipo de cambio es el que está atravesando la organización. Es una fusión de empresas? Es una reestructuración organizativa? Cambio de management? Expansión de mercado? no es nada de eso y es todo al mismo tiempo.
Sigo pensando en las mamushkas y cómo cada una tiene sentido por lo que le dejó la anterior.
El camino recorrido nos prepara para este nuevo desafío: una gestión del cambio centrada en las personas, que integra miradas y pone el valor en la diversidad. Una gestión del cambio en la que todos los involucrados construimos juntos la estrategia para la transformación.
Ya descubriste otra muñeca?
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